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miércoles, 29 de enero de 2014

7 razones para no enamorarse de un compañero de trabajo

7 razones para no enamorarse de un compañero de trabajo

Puede parecer emocionante el hecho de compartir hasta las horas de trabajo... Pero todo tiene sus desventajas.

¿Quién no se ha enamorado de algún compañero de trabajo? Cuando esto pasa y la relación avanza, puedes compartir hasta la hora de comida, llevar doble tupper para compartir con tu amorcito, ocupar el mail oficinesco para intercambiar mensajes de amor mientras pasan las 8 horas laborales (si no es que más) juntos…

Según los expertos, las exhaustivas jornadas laborales, los proyectos colectivos, el estrés compartido, las reducidas oficinas y demás detalles de oficina, provocan que una relación laboral se convierta en algo más que eso…

Una encuesta del Wall Street Journal reveló que un 40% de los consultados confesó haber tenido un romance de oficina en algún momento de su carrera. Y la pregunta surge, ¿es conveniente tener relaciones amorosas en la oficina?

Si tu respuesta es positiva, aquí te damos siete razones para no tenerlas:

Todos sabemos que las oficinas son el ambiente propicio para relaciones de pareja, para escalar la amistad de colegas a un amorío, no importa si se vuelven novios o solo son amigos con derecho…

El problema, dicen los expertos como Alfredo Luna, académico del Centro de Negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y Luis Felipe Calderón, de la Universidad Esan Graduate School of Business, no radica en la relación en sí, sino en que:

1. Estos romances pueden llegar a constituir el punto de partida de favoritismos y conflictos de intereses.

2. En muchas ocasiones, estas relaciones no se saben manejar adecuadamente y entorpecen el clima laboral, particularmente, en el caso de los amoríos entre superiores y subordinados, ya que estas relaciones podrían ocasionar tratos injustos y poco éticos.

3. Para Calderón, en el caso de un jefe varón y casado, que tiene una relación con una subordinada casada o soltera, es difícil que los involucrados declaren su relación formalmente y tratarán de mantenerla oculta.


4. Los romances de oficina crean inconvenientes en términos de desempeño y rendimiento laboral.

5. Se desaprovecha el talento de los involucrados. En este sentido, Luna sugiere que la empresa tenga un plan de contingencia de manera que las personas “puedan ser reubicadas en áreas en las que su productividad individual no sea menoscabada por la cercanía del ser amado”.

6. Otros empleados pueden sentir que están recibiendo menos beneficios y oportunidades en comparación con el “empleado favorito”, que tendrá el mismo puesto, la misma responsabilidad y la misma carga laboral. Si esto ocurre, el ambiente laboral se ve debilitado, mientras el “favorito” se convierte en blanco fijo de rumores, envidias y resentimientos.

7. En el peor escenario, esta persona o bien los implicados, terminarán por ser despedidos, trasladados a otras áreas de la compañía o bien, renunciarán a la empresa para evitar ser víctimas de posibles ofensas.
 


Si a todo lo anterior le sumamos que puedes poner en riesgo tu trabajo… ¿Realmente vale la pena?

Claro, hay oficinas que no contemplan prohibiciones en cuanto al tema, siempre y cuando no interfieran con el trabajo y con el desarrollo de la empresa, pero seamos sinceros: ¡Todo mundo se distrae cuando tiene a su pareja tan cerca!

Entonces… ¿Te aventarías a tener un romance en tu oficina? ¿Cuáles son las ventajas que encuentras en ello?

Con información de Prodigy.

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