No hay la menor duda acerca de que el señor @RenegadoL es un tuitero especializado en ofensas, mentadas, insultos, burlas y vulgaridades diversas. Don @RenegadoL a mí me ha dicho de todo. No voy a repetir sus injurias porque no soy masoquista. Eso sí, él no es el tuitero más vulgar que conozco. Fácilmente lo supera en el arte de insultar el señor @AlfredoJalife.
Ahora bien, ¿las opiniones son un delito? Si causan un daño, sí. Creo que Jalife ha perjudicado a algunas personas de la comunidad judía, pero nadie lo ha denunciado por antisemita, es decir, por discriminación. Si alguien lo hiciera, Jalife tendría que ser sancionado. Pero creo que sería por lo menos de mal gusto que un funcionario público procediera contra esta persona. El burócrata, porque vive del dinero público, tiene que aceptar las críticas, incluso las más fuertes, como parte de su trabajo. Así que no seria correcto que un funcionario de origen judío intentara llevar a Jalife a un juicio por sus bravatas antisemitas. Que un particular lo haga es otra cosa.
Volvamos a @RenegadoL. A este lo ha denunciado Irene Muñoz Trujillo, directora general de Mensaje y Nuevas Tecnologías del gobierno de Miguel Ángel Mancera, esto es, la jefa de Twitter del GDF. ¿Por qué? Porque @RenegadoL la ha cuestionado. Ha sido duro el señor @RenegadoL al referirse a la señora Muñoz Trujillo. Bastante duro. Sin duda, el tuitero ha llegado a insultar a la funcionaria. Pero creo que ella, por el simple hecho de cobrar dinero que es de todos los mexicanos, debe aguantarse.
La gran incógnita es si @ManceraMiguelMx está de acuerdo, o no, con su jefa de Twitter en la denuncia que ella ha hecho contra un tuitero. Sería terrible que Mancera apoyara a su subordinada. Inclusive, el solo hecho de que la Procuraduría capitalina citara a @RenegadoL tendría que ser considerado un acto de represión absolutamente inaceptable, más aún por tratarse de un gobierno de izquierda que, se supone, respeta por completo las libertades individuales, y la de expresión es una de ellas.
La denuncia de la directora de Twitter del GDF está metiendo en un problema serio a la izquierda mexicana. ¿Sus simpatizantes van a permitir que eso proceda sin criticar duramente a Mancera? ¿Dirán que es justo lo que Mancera hace y gritarán “¡represión!” cuando lo hagan funcionarios de administraciones del PRI y del PAN? ¿Callarán los izquierdistas ahora y, por elemental congruencia, volverán a callar cuando gobiernos priistas y panistas denuncien a tuiteros?
Lo mejor que puede hacer Mancera, en mi opinión, es tranquilizar a su subordinada y, desde luego, intervenir para que el procurador capitalino deseche por indudablemente improcedente la denuncia. Y todos a otra cosa.
FUENTE: http://www.sdpnoticias.com/
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