Jean Baptiste Jecker |
Y qué era la famosa deuda extranjera? Una cifra que a lo largo de los siguientes meses habría de variar según quien la calculara, pero que oscilaba en torno a los 82 millones de pesos, que el gobierno mexicano le debía a ciudadanos (no a las naciones) de Inglaterra, Francia y España.
De los 82 millones de pesos, se debían a ingleses casi 70, a españoles 9.5 y tan solo 2 859 917 a los franceses.
¿Y los debía el gobierno mexicano? Difícilmente se podía entender así. La mayor parte eran deudas contraídas en los últimos momentos del santanismo,otros tantos eran préstamos realizados a los gobiernos ilegítimos de Zuloaga y Miramón durante la guerra de Reforma.
El más agresivo demandante de la deuda era el gobierno imperial francés de Napoleón III, aunque la suya fuera la menor. La mayor parte del monto estaba integrada por 1.6 millones de pesos, producto de los bonos Jecker, y el argumento para cobrarlos era que, como más tarde le reclamarían el embajador francés Dubois de Saligny a Zarco, ministro de Relaciones Exteriores, << muchos súbditos franceses poseían esos bonos >>. Todo el asunto era verdaderamente descarado, rayando a lo increíble.
Jean Baptiste Jecker fue unos de los personajes más sorprendentes que han cruzado la historia de México, un banquero suizo nacionalizado francés, originalmente especulador de tierras, metidos en todos los negocios turbios que el santanismo le permitió, buscador de oportunidades en el límite de la legalidad (propuso deslindar tierras en Sonora y Yucatán, quedándose con un enorme porcentaje), agiotista, banquero de ocasión de los gobiernos en turno, le habían prestado a Miramón 1.5 millones de pesos (solo 619 en efectivo y 368 mil en uniformes) a cambio de una emisión de 15 millones de pesos de bonos en deuda nacional. El 19 de mayo de 1860 la Banca de Jecker quebró, de tal manera que en Diciembre, cuando los liberales triunfaron en Calpulalpan y tomaron la Ciudad de México, encontraron el desbarajuste heredado y un Jecker que aún sin banco persistía en cobrar las supuestas deudas que la nación tenia con él.
El 17 de julio de 1861 el gobierno de Juárez, ante la crisis que producían las arcas nacionales vacías, decretaban una moratoria de dos años al pago de la deuda exterior, para poder recibir el producto íntegro de las rentas federales que avalaban la misma.
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